Esta mañana había una abubilla (Upupa Epops) recorriendo todas las ventanas de casa. Empezó por la de mi despacho. Estando yo en el ordenador, se asomaba a curiosear a través del cristal.
Se subió por la mosquitera para tener mejor panorámica.
Luego, se fué a otra ventana, se
acicaló,
acicaló,
desplegó su penacho de plumas eréctiles y flameantes con puntas negras, que solo despliega en la exitación del cortejo, (quizás al verse reflejada en la ventana pensó que tenía ante sí una hermosa pareja). El hecho es que no paraba de ir de una ventana a otra, cantar son su característico y aflautado "up up up" (de ahí su nombre científico), acicalarse las plumas y despegar su precioso "moño".
Y por último mirando hacia el bosque, echó a volar.
Precioso!
ResponderEliminar¡Que ave más bonita! ¡Y que coqueta! En este caso, afortunadamente unos seres humanos han apreciado su belleza, aunque en Europa esté seriamente amenazada de muerte. Lástima que al final, a pesar del despliegue de plumas, tan bella pajarita, se haya quedado compuesta y sin novio...
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