En esta ocasión Monfragüe se convirtió en sonidos, la berrea se oía por todas partes, aunque no tuve la suerte de observar los ciervos, sí me encontré con algunas sorpresas.
Por supuesto los buitres, que son su principal o mayor atractivo por su número y facilidad para ser observados.
La luna nos sorprendió con su nitidez y por último un zorro curioso nos regaló su presencia.